sábado, 2 de junio de 2012

La muerte de Rómulo

Rómulo, rey de Roma, había conseguido que su ciudad lograse obtener fama y gloria. En su ciudad: la gente de  se dividía en estamentos sociales, no había disputas por ello, eran de una forma simple, felices. Tenían una vida próspera. Sin embargo, en cierta ocasión una tempestad azotó al ciudad, era una noche con nubes tormentosas, las calles estaban oscuras y desérticas, a penas unos roedores intrépidos comían las migajas de pan del mercado que hubo al mediodía. Las casas estaban completamente cerradas y apenas se deslumbraba la luz de las velas traspasar por debajo de las puertas. Los pobladores no temían a dicha tempestad, pero a´n así se refugiaban.

Rómulo, en su hogar, decidió salir a apreciar a la madre naturaleza, pues le tenía un aprecio sin igual, gracias a ella aún vivía, la loba, la corriente del río... Fuera de su casa, sintió un fuerte viento recorrer las callejuelas, de repente, pudo ver como sus pies se elevaban a centímetros del suelo, se sorprendió, pero su reacción fue lenta. El temporal empeoró y lo levantó del suelo rápidamente, fue tal la sorpresa que gritó asustado, los aldeanos salieron a ver que ocurría, allí, en el cielo vieron a Rómulo desvanecerse entre las nubes, finalmente, las nubes se esparcieron y el cielo quedó en calma y claro. Desde ese momento adoran a Rómulo como a un dios, afirmando que había sido su padre quien lo había elevado a los cielos.

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